Homer y las máquinas expendedoras

Uno de mis capítulos favoritos de Los Simpson es ese en el que Homer defrauda a Marge al no llegar a tiempo para asistir al ballet porque tiene las dos manos atrapadas en máquinas vending. Al principio, al gordo le da miedo pasar el resto de su vida así, pero luego se lo piensa bien, y se imagina repartiendo cocacolas y chocolates a los invitados al casamiento de Maggie.

Luego acuden los bomberos a desatascarlo y cuando están a punto de cortarle un brazo con una sierra uno de ellos le pregunta a Homer: "Un momento, ¿todavía está sosteniendo la lata?". Corta la escena y se ve a los bomberos muriéndose de risa. Increíble.

Cuando llega a casa Homer le da a Marge una nota de un bombero explicándole la situación. Tremendo. Por suerte, las máquinas expendedoras de refrescos no son trampas mortales, y, salvo que se esté muy desesperado por una Buzz Cola Cristal y no se quiera gastar una moneda.